Día: 10 de julio de 2017

«La 4ª compañía», máxima galardonada en los Premios Ariel del cine mexicano

La película La 4ª compañía, de Mitzi Vanessa Arreola y Amir Galván Cervera, es la película más galardonada en los 59 Premios Ariel del cine mexicano, en los que se reconoce a una cinta que pretende «abrir una discusión pública» sobre el sistema penitenciario en el país. El largometraje, que partía con 20 nominaciones, se hizo con diez de las estatuillas concedidas por la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC), incluyendo la de mejor película. También obtuvo los Ariel al mejor maquillaje, actor de reparto, vestuario, diseño de arte, edición, sonido (categoría en la que hubo un empate con el documental Tempestad), efectos especiales, efectos visuales y actor protagonista (Adrián Ladrón). La película se queda a un Ariel para alcanzar el récord de 11 galardones obtenido por Amores perros.

Las películas de James Bond podrán verse en Cuba

El mítico cine “23 y 12”, más conocido como la Cinemateca de Cuba, exhibirá un ciclo con los filmes del Agente 007 desde el 2 al 32 de agosto en la capital cubana. Hasta la fecha, los 24 filmes del británico, inspirados en la novela de Ian Fleming, pasaban de «mano en mano» y circulaban a través del mercado negro, como la mayoría de las películas provenientes desde Reino Unido y, en mayor medida, desde Hollywood. A partir de agosto, los cubanos podrán conocer todos los filmes protagonizados por los ocho agentes, desde Sean Connery hasta Daniel Craig, el último actor en protagonizar la saga. La acción del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos −organismo creado solo unos días después de la Revolución de 1959− se enmarca dentro del descongelamiento de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, iniciada en diciembre de 2014 por los presidentes Barack Obama y Raúl Castro. Las cintas del Agente 007, junto a la mayoría de las producciones de Hollywood, estuvieron prohibidas en la isla durante varias décadas debido a la censura impuesta por las autoridades culturales, que consideraban a las películas estadounidenses como “una abundancia de esnobismo, sexo y sadismo”.