«La librería» y «Handia» triunfan en los Goya más femeninos

La librería, de Isabel Coixet se proclama vencedora, casi por sorpresa, en la 32 edición de los Goya, con los premios de mejor película, mejor dirección y guion adaptado, mientras Handia gana en número, con diez estatuillas, la mayoría técnicas. En una gala en la que el feminismo tiene un protagonismo simbólico, en forma de abanicos rojos repartidos entre los asistentes, los premios de interpretación recaen en Nathalie Poza, como mejor actriz por No sé decir adiós, y Javier Gutiérrez como mejor actor por El autor, de Manuel Martín Cuenca, que además logra el Goya a la mejor actriz de reparto para Adelfa Calvo. Handia, de Jon Garaño y Aitor Arregui sobre el Gigante de Altzo, rodada en euskera y ambientada en el siglo XIX, suma los Goyas de mejor guion original, música, vestuario, montaje, dirección de producción, dirección artística, fotografía, maquillaje y peluquería, efectos especiales y actor revelación para Eneko Sagardoy. Verano 1993, de Carla Simón, otra de las favoritas, obtiene el reconocimiento de mejor dirección novel, actriz revelación para Bruna Cusí y actor de reparto para David Verdaguer. Simón, que luce también el abanico rojo declara que «es absurdo que el SIDA siga estigmatizado, no pasa nada por vivir con el VIH«. La Llamada, comedia musical de Javier Ambrossi y Javier Calvo, se tiene que conformar con el Goya a la mejor canción original para Leiva y Verónica, de Paco Plaza con el de mejor sonido. Joaquín Reyes y Ernesto Sevilla conducen la gala con un ritmo flojo, muy irregular y decepcionante. Marisa Paredes recoge el Goya de Honor y recuerda que lleva vinculada a la Academia de Cine desde sus inicios: «he sido su presidenta y he dado discursos, alguno bien conflictivo como aquel del «no a la guerra», que hoy -dice en medio de los aplausos- volvería a repetir«. La segunda entrega de Tadeo Jones, la película española más taquillera del año, se lleva el Goya al mejor largometraje de animación, y el mejor documental es para Muchos hijos, un mono y un castillo, de Gustavo Salmerón. La chilena Una mujer fantástica obtiene el Goya a la mejor película iberoamericana y la sueca The square el de mejor filme europeo. Ambas aspiran también al Oscar a la mejor película de habla no inglesa.