Cannes 2017: «La defensa del dragón», de Natalia Santa

La defensa del dragón es una bella película colombiana que tuve la oportunidad de ver estos días durante el Festival de Cine de Cannes, en la sección de la Quincena de los Realizadores.

Primer largometraje de la directora Natalia Santa, el film recibe su nombre de una popular jugada de ajedrez denominada “la defensa siciliana variante del dragón”. Dicen que esta jugada tiene un carácter agresivo y peligroso, algo que no es de ningún modo la vida ni el carácter de los tres personajes protagonistas: tres hombres solos unidos por la pasión del ajedrez, que pasan la vida entre el Casino Caribe, la cafetería La Normanda y el Club Lasker, en el corazón de Bogotá.

El ritmo de la película señala con acierto la monotonía que impregna sus vidas, en la que los personajes se hallan realmente cómodos, al margen de un denostado progreso, y sólo sufrirá alguna modificación cuando su día a día se vea sometido a pequeños cambios.

Con un humor muy fino, es casi imposible no pensar en una cierta influencia del mundo de Kaurismaki, que alcanza incluso a la música del film. De Finlandia a Colombia. A señalar la brevedad de las escenas durante una buena parte de la película,  desde su inicio, algo que realmente supone un intencionado ejercicio de estilo.

Natalia Santa, que embargada por la emoción apenas pudo pronunciar unas palabras durante la presentación del film en el Teatro de la Croissette, se inspiró en unas fotografías tomadas por su marido de algunos lugares del centro de Bogotá que parecen anclados en el tiempo, y en las personas que habitan en ellos.

Una sabia elección de los actores, una acertada fotografía, encuadres que desvelan el detalle que habla de esos ambientes sin necesidad de insertos innecesarios. Una película sencilla para disfrutar del cine de la calle, de la vida.

La edición de esta película ha corrido a cargo de nuestro querido Juan Soto.

Esmeralda Barriendos