Mi hijo y yo, de Philippe Guillard

Les fils à Jo, 2012, 95 min. (Francia)
Emon
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Dirección: Philippe Guillard
Intérpretes: Gérard Lanvin (Jo Canavaro), Olivier Marchal (Le Chinois), Vincent Moscato (Pompon), Jérémie Duvall (Tom Canavaro), Karina Lombard (Alice Hamilton), Abbès Zahmani (Le Boulon), Pierre Laplace (Frontignan), Lionnel Astier (Bernard), Laurent Olmedo (Francois), Darren Adams (Jonah Tukalo), Sofiane Bettahar (Bouboule), Grace Hancock (Fanny)
Guión: Philippe Guillard
Fotografía: Ludovic Colbeau-Justin
Música: Alexis Rault
Montaje: Elodie Codaccioni, Sandro Lavezzi
Producción: Cyril Colbeau-Justin, Jean-Baptiste Dupont, Olivier Marchal

La familia Canavaro se ha erigido como una dinastía del rugby. El padre de Jo fue una figura mítica, también el mismo Jo. Ahora, sin embargo, Tom, el hijo de 13 años que Jo ha criado sólo, ha demostrado que para lo único que vale es para las matemáticas. Para el deporte es un verdadero negado, lo cual decepciona a Jo, que cree con fervor que la leyenda de los Canavaro no puede detenerse tan pronto. Por eso, después de haber recibido varias negativas para que Tom ingrese en los equipos de la región, Jo decide montar su propio equipo, empresa para la cual contará con la ayuda de sus amigos.

Dirige Philippe Guillard (Abymes, 1961), ex jugador de rugby y personaje del servicio de deportes de Canal+, donde realiza sketchs, anuncios y crónicas en diferido. Es también escritor y colabora realizando los guiones de las películas de Fabien Onteniente desde 2001. Mi hijo y yo es su primera película como autor-director.

Según el director la película surgión «cuando estaba escribiendo el guión de 3 zéros con Fabien Onteniente, en 2001, los productores de la película me pidieron un guión sobre el rugby. Como en esa época tenía un poco de morro, les dije que tenía una idea de película pero que también quería ser el director. En ese momento, también se creó un contacto con Gérard Lanvin. Le visité varias veces en La Baule. Me pareció que se parecía a mi Jo Canavaro. Y luego, un día, después de desayunar, le conté la historia. Dos horas después me llamó para decirme que quería hacer la película. Pero mis productores de aquella época se retiraron del proyecto por varios motivos. Pensé que había sido un sueño bonito y guardé mi guión en un cajón«.